Allá gira la esquina,
y se dirige hacia nosotros,
con paso firme, puntual a su cita.
Tentadora e insinuante,
nos fascina con su dulce aroma
arropado con destellos de oro y plata,
tan espléndida como siempre,
porque aunque pasen los años
ella sigue igual de sugerente.
Y aún cuando algunos
cuchichean a su paso,
la miran de reojo,
y muestran… su reprobación,
ella, ajena,
coquetea con todos
y nos dirige un tierno guiño
con su carita de ángel
y nos roza y nos envuelve
con su melena de oropel.
Y como en un suspiro
acerca nuestros corazones
y nos muestra su alma
cálida… turbadora
mágica y terrenal,
tan soñadora y tan real,
llena de buenas intenciones
y fantásticos deseos
que se cumplirán… o no,
pero que siempre nos llenarán
de esperanza.
Bienvenida… de nuevo,
mi preciosa… Navidad.
Sara Torres Marí
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